Descubre la historia del lomo de cerdo, aprende consejos para cocinarlo y prepara esta receta fácil y llena de sabor.
Ingredientes (para 4-6 personas):
1 kg de lomo de cerdo
3 cucharadas de mostaza Dijon
2 cucharadas de aceite de oliva
2 dientes de ajo, picados
1 cucharada de romero fresco, picado
1 cucharada de tomillo fresco, picado
1 cucharadita de paprika
Sal y pimienta al gusto
1/2 taza de vino blanco (opcional)
1/2 taza de caldo de pollo o vegetales
Prepara el lomo: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Seca el lomo de cerdo con papel absorbente y sazona generosamente con sal y pimienta.
Prepara la mezcla de hierbas: En un tazón pequeño, mezcla la mostaza, aceite de oliva, ajo, romero, tomillo y paprika.
Unta el lomo: Cubre el lomo de cerdo con la mezcla de mostaza y hierbas, asegurándote de que quede bien impregnado.
Sella el lomo: Calienta una sartén grande a fuego medio-alto y sella el lomo por todos lados hasta que esté dorado (aproximadamente 2-3 minutos por lado).
Asa en el horno: Coloca el lomo en una bandeja para hornear y vierte el vino blanco y el caldo en el fondo. Hornea durante 45-50 minutos, o hasta que la temperatura interna llegue a 63°C (145°F) para un término medio.
Deja reposar: Retira el lomo del horno y déjalo reposar 10 minutos antes de cortarlo en rodajas.
Sirve: Acompaña con el jugo de la bandeja y guarniciones como puré de papas o vegetales asados.
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Consejos para un Lomo de Cerdo Perfecto:
Sella la carne: Sellar el lomo antes de hornearlo ayuda a retener los jugos y crear una corteza deliciosa.
Usa un termómetro: Para evitar sobrecocinar, mide la temperatura interna del lomo. El punto ideal es 63°C (145°F).
Marina el lomo: Para un sabor más intenso, marina el lomo en la mezcla de mostaza y hierbas durante 2-4 horas antes de cocinar.
Aprovecha los jugos: Usa el jugo de la bandeja para hacer una salsa rápida mezclándolo con un poco de mantequilla y harina.
El lomo de cerdo es un corte de carne que ha sido apreciado en diversas culturas a lo largo de la historia. En Europa, especialmente en países como España y Alemania, el lomo de cerdo se convirtió en un ingrediente central de platos tradicionales como el "solomillo a la pimienta" o el "schweinelendenbraten". Su popularidad se debe a su textura tierna y su versatilidad en la cocina.
En América, el lomo de cerdo ganó protagonismo con la llegada de los colonizadores europeos, quienes introdujeron técnicas de cocción y especias que enriquecieron su preparación. Hoy en día, el lomo de cerdo es un corte popular en todo el mundo, ya sea asado, a la parrilla o en guisos, gracias a su capacidad para absorber sabores y mantenerse jugoso.
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