Receta: Hígado de pollo encebollado. Las menudencias de pollo son poco comunes en las preparaciones del día a día, pero pueden darles un gran sabor a tus recetas
500 g. de hígados de pollo
200 g. de cebolla en juliana
25 g. de ajo finamente picado
30 ml. de aceite de oliva
50 ml. de sangrita blanca
10 g. de sal ahumada con hierbas aromáticas
2 hojas de laurel fresco
30 g. de perejil fresco picado
1 paq. de tortillas de maíz calientes para acompañar
1 Salsa taquera
Retira los hígados de pollo del congelador y colócalos en refrigeración durante 24 horas antes de cocinar. También puedes descongelarlos bajo un chorro de agua fría durante 15 minutos si tienes prisa.
Corta los hígados en trozos medianos de aproximadamente 3–4 cm.
Calienta un sartén grande con aceite de oliva a fuego medio-alto. Agrega el ajo y la cebolla, y saltea durante 3–4 minutos, moviendo constantemente, hasta que la cebolla esté transparente.
Añade los hígados al sartén en una sola capa (evita encimar para que doren bien). Sazona con sal ahumada con hierbas aromáticas y cocina 2–3 minutos sin mover, permitiendo que se doren por un lado.
Voltea los hígados con cuidado y cocina otros 2–3 minutos. Una vez dorados por ambos lados, agrega el vino blanco y cocina hasta que el líquido se reduzca a la mitad. Incorpora las hojas de laurel y cocina 2–3 minutos más.
Retira las hojas de laurel y espolvorea con perejil fresco picado. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.
Sirve de inmediato, acompañado de tortillas de maíz calientes y salsa taquera al gusto.