Marinar es una técnica culinaria que consiste en sumergir la carne en una mezcla de ingredientes aromáticos que transforman tanto su sabor como su textura.
4 pechugas de pollo sin hueso y sin piel (aprox. 800g)
1/3 taza de jugo de limón fresco (2-3 limones)
2 cucharadas de jugo de naranja fresco
3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
3 dientes de ajo grandes, finamente picados
1-2 chiles serranos, finamente picados (ajustar al gusto)
1/3 taza de cilantro fresco, finamente picado
1 cucharadita de comino molido
1 cucharadita de orégano mexicano seco
1/2 cucharadita de páprika dulce
1 cucharada de miel de agave o miel regular
1 cucharadita de sal marina
1/2 cucharadita de pimienta negra recién molida
1/4 cucharadita de chile en polvo (opcional)
Limpia las pechugas de pollo y sécalas completamente con toallas de papel.
Si las pechugas son muy gruesas, ábrelas como libro o aplástelas ligeramente para uniformar el grosor (aproximadamente 2 cm).
Haz pequeñas incisiones superficiales en diagonal para que la marinada penetre mejor.
En un tazón grande, combina los jugos de limón y naranja.
Incorpora el aceite de oliva batiendo vigorosamente para emulsificar.
Añade el ajo picado, chile serrano, cilantro, comino, orégano, páprika y chile en polvo.
Integra la miel, sal y pimienta, mezclando hasta obtener una marinada homogénea.
Prueba y ajusta el picante, acidez o sal según tu preferencia.
Coloca las pechugas en una bolsa hermética tipo ziplock o recipiente de vidrio.
Vierte la marinada sobre el pollo, asegurándote de cubrir completamente cada pieza.
Masajea suavemente el pollo a través de la bolsa para distribuir uniformemente.
Refrigera mínimo 2 horas, idealmente de 4-8 horas para sabor óptimo.
Voltea el pollo cada 2 horas si es posible para marinado uniforme.
Retira el pollo del refrigerador 20 minutos antes de cocinar para que alcance temperatura ambiente.
Precalienta la parrilla, plancha o sartén grande a fuego medio-alto.
Retira el pollo de la marinada, permitiendo que escurra el exceso.
Cocina 5-6 minutos por el primer lado sin mover, hasta que se forme una costra dorada.
Voltea y cocina 4-5 minutos más hasta que la temperatura interna alcance 74°C (165°F).
Los jugos deben salir claros al pinchar con un tenedor.
Transfiere el pollo a una tabla de cortar y cubre con papel aluminio.
Deja reposar 5 minutos para redistribuir los jugos.
Corta en rebanadas diagonales de 1 cm de grosor.
Sirve inmediatamente con las guarniciones sugeridas.
Tiempo mínimo:
2 horas para sabor básico
Tiempo ideal:
4-6 horas para penetración completa
Tiempo máximo:
12 horas (más tiempo puede hacer la textura gomosa)